La LII Semana de Humanidades de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao (ACMB/BMZA), que se ha desarrollado en la Sociedad Bilbaina del 11 al 13 de febrero, ha cerrado su ciclo de conferencias sobre las relaciones entre vulnerabilidad y salud poniendo el foco de atención en los ámbitos de la farmacia, la odontología y las asociaciones de pacientes. La jornada ha contado con la moderación del Dr. Juan Ignacio Goiria, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria de IMQ, presidente de la Sociedad Bilbaina y presidente de honor de la ACMB/BMZA.
La primera ponente en intervenir fue la farmacéutica Leire Braceras, responsable del Servicio de Prestaciones Farmacéuticas del departamento de Salud del Gobierno Vasco. En su alocución, manifestó ante los asistentes que el Gobierno Vasco cuenta con un programa en cuyas líneas estratégicas se incluye a la oficina de farmacia «como un agente asistencial más del Sistema Sanitario Vasco». En palabras de la experta, «es el punto de unión que facilita que una prescripción médica finalice en una correcta utilización del medicamento, dado que es el establecimiento sanitario en el que confluyen todas las dispensaciones de medicamentos de los pacientes, ya sean con receta o sin ella, del ámbito público o privado».
Leire Braceras recordó que el departamento de Salud lleva años colaborando con las oficinas de farmacia a través de los Colegios Oficiales de Farmacéuticos, firmando convenios en distintas áreas como es la de facilitar el tratamiento con opiáceos (metadona) a personas dependientes de los mismos —suscrito en 1995—, detección de VIH y sífilis, y otros.
También aludió en su charla a que en el año 2009 se suscribió el convenio para la mejora del uso de la medicación en personas atendidas por los servicios de ayuda domiciliaria y servicios sociales. El objetivo prioritario, según puso de manifiesto la experta, «es optimizar el uso de los medicamentos en personas residentes en sus domicilios y atendidas por los servicios de atención domiciliaria, contribuyendo a asegurar su seguridad y efectividad, y siendo otros objetivos del convenio la formación de pacientes y cuidadores, la revisión de la medicación y la mejora de la adhesión a los tratamientos, entre otros».
«Se trata de un programa de mejora en el uso de los medicamentos por parte de las personas que presentan dificultades para el manejo de los mismos», continuó desgranando la experta, «mediante la preparación en las farmacias de sistemas personalizados de dosificación para su utilización por estas personas».
Otro ejemplo de atención farmacéutica a personas en el ámbito de los cuidados, puesto de manifiesto por Leire Braceras durante su charla, se refirió a la firma, el año pasado, del convenio para la mejora de la atención farmacéutica de la población del ámbito rural de las comarcas de Añana y Montaña Alavesa. «Se trata de un proyecto piloto de mejora en el Territorio Histórico de Álava, denominado ‘Botika etxean eskura’. Se está implementando ya y consiste en un proyecto piloto que tiene como objetivos generales la entrega de medicamentos a domicilio y la mejora de la atención farmacéutica a las personas residentes en el ámbito rural de esta región alavesa».
Salud bucodental: acción comunitaria en odontología
A continuación, José Ramón Fernández, jefe de sección del Servicio Dental Comunitario del Servicio Vasco de Salud-Osakidetza, impartió la conferencia ‘Determinantes sociales y salud bucodental: acción comunitaria en odontología’.
Tal y como señaló, las enfermedades dentales ocupan «un lugar destacado entre las preocupaciones sanitarias de la población. Cierto que no tienen tanta relevancia como otras dolencias (cáncer, enfermedades cardiovasculares) en términos de gravedad o mortalidad (exceptuando el cáncer oro-faríngeo), pero su alta prevalencia, afectando a todas las edades, y a la calidad de vida, genera una importante fuente de gasto familiar».
José Ramón Fernández también puso de relieve que «el nivel socioeconómico es determinante» en la incidencia de estas patologías, generando «inequidades en asistencia y salud». Sin embargo, las enfermedades dentales se encuentran «entre las más fáciles de prevenir».
Basándose en estas evidencias, hace ya más de tres décadas que la administración sanitaria vasca, «consciente de la histórica ausencia de una política de salud dental pública», inició unas acciones programáticas con un enfoque estratégico, orientado a que las nuevas generaciones crecieran «libres de caries», facilitando un acceso gratuito a la odontología preventiva y reparadora al colectivo infantil a partir de los 7 años, a través del Programa de Asistencia Dental Infantil (PADI).
«Han tenido que transcurrir otras tres décadas para seguir dando pasos dirigidos al mantenimiento y conservación de la salud oral al resto de la población, si bien de un modo gradual y priorizando los colectivos más vulnerables por su situación médica o condición fisiológica, en los que se evidencia el retorno en salud», declaró José Ramón Fernández. En concreto, señaló «la etapa del embarazo, la primera infancia (de 0 a 5 o 6 años), los pacientes oncológicos (especialmente los sometidos a radioterapia en cara o cuello) y el colectivo de personas con discapacidad».
Todo lo anterior ha contribuido, según declaró el experto, «a reorientar los servicios públicos de salud buco-dental hacia el mantenimiento de la salud, e incluso la restauración dental», trascendiendo «el clásico enfoque paliativo», centrado en las complicaciones agudas y en el recurso a las exodoncias o extracciones dentales. «Lo más esperanzador de esta reorientación asistencial es que está facilitando el camino para disminuir la carga de enfermedad en la población general y de este modo, permitir concentrar los recursos en quienes más los necesitan», concluyó.
Más que meras prestadoras de servicios sanitarios
La última invitada en intervenir, cerrando la jornada y la LII Semana de Humanidades de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao, fue Erika Otxoa, coordinadora de Rehabilitación en ADEMBI (Asociación de Esclerosis Múltiple de Bizkaia), quien pronunció la ponencia ‘Otras experiencias en el acompañamiento de la soledad y la vulnerabilidad. Actuaciones de ADEMBI’.
Durante sus conclusiones, la experta hizo hincapié en que «las asociaciones no han de ser sólo un mero prestador de servicios sanitarios. Aspectos como la prestación social, el acompañamiento, el ocio significativo, el sentido de vida y la atención centrada en las necesidades de la persona son primordiales para ADEMBI».
La LII Semana de Humanidades de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao cuenta con la colaboración de IMQ, el departamento de Salud del Gobierno Vasco, Osakidetza-Servicio Vasco de Salud, la Diputación Foral de Bizkaia, la Universidad del País Vasco, la Universidad de Deusto, Cruz Roja Bizkaia, Esclerosis Múltiple Euskadi y Mutualia.
Paralelamente a la Semana de Humanidades, y en formato virtual en el portal web de la Academia, se ha llevado a cabo la XLVI Semana Fotográfica y la LII Exposición Antológica de Académicos Pintores y Escultores.