Las caries en los dientes de leche están aumentando en Euskadi entre los niños pequeños que no cuentan con cobertura en los Programas de Atención Dental Infantil (PADI). De hecho, según el informe anual PADI 2020, en la última década los niños de siete años que presentan esta enfermedad han aumentado un 10%. Ante esta situación, Andrea Poza, odontopediatra y profesora de Odontología Preventiva y Odontopediatría en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), indica que “este dato es preocupante y merece una reflexión. Se ha demostrado que las personas que ya se han enfrentado a este problema son mucho más propensas a presentarlo en el futuro”.
La sección de Odontología de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao (ACMB) organiza este viernes, 12 de noviembre, la jornada ‘Un niño ¿ahora qué? Actualización de conceptos de odontopediatría’, que ha contado con la participación de Nerea González Unibaso, odontopediatra experta en ortopedia dentofacial y la ya mencionada Andrea Poza Pascual.
El programa PADI
“La puesta en marcha del programa PADI -que cubre los tratamientos bucodentales a los menores entre los siete y los 15 años- y la política de fluoración de aguas ha permitido que Euskadi presente uno de los mejores índices de salud dental infantil de su entorno”, ha explicado Nerea González. Sin embargo, tal y como comentan la especialista, “todavía queda trabajo por hacer, como demuestra el aumento de caries entre los niños menores de siete años”. La prevención de posibles patologías es de gran importancia. De hecho, según los datos de la Sociedad Española de Odontopediatría (SEOP), la primera visita al odontopediatra debería realizarse, como muy tarde, antes de que los niños cumplan un año.
Apuesta por la prevención
Las investigaciones sobre las patologías bucodentales han demostrado que estas enfermedades se pueden prevenir en gran medida y esta situación, tal y como comenta Andrea Poza Pascual, “obliga a los dentistas a trabajar de forma diferente. Ya no se pueden centrar exclusivamente en curar las patologías que hayan podido desarrollar los pacientes. Deben promover e impulsar buenos hábitos para fomentar un desarrollo dental y oral sano. El objetivo es que los odontólogos trabajen en situaciones de salud y no solo de enfermedad”.
“La odontopediatría preventiva y de mínima intervención aplica a la perfección estos principios. No solo mejora la salud dental del niño que recibe este tipo de tratamiento, sino que, además, emplea procedimientos sencillos que, en el caso de los más pequeños de la casa, se traducen en visitas al dentista más relajadas, fáciles y divertidas que hacen posibles futuras generaciones libes de caries y de odontofobia”, indica Nerea González.