Las secciones de Geriatría, Neurología y Cuidados Paliativos de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao (ACMB) ha celebrado una jornada bajo el epígrafe ‘Cuidados paliativos en el paciente con ictus’, dirigida a profesionales sanitarios y estudiantes de ciencias de la salud.
En ella han intervenido los doctores Naiara Fernández Gutiérrez, geriatra, directora Asistencial de IMQ Igurco y presidenta de la sección de Geriatría de la ACMB; Covadonga Fernández Maiztegui, neuróloga del servicio de Neurología del Hospital Universitario Cruces, así como profesora de la Facultad de Medicina y Enfermería de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU); y Jacinto Bátiz Cantera, director del Instituto para Cuidar Mejor del Hospital San Juan de Dios de Santurtzi, patrono de la Fundación Pía Aguirreche y presidente de la sección de Cuidados Paliativos de la ACMB. La moderación de la Jornada ha corrido a cargo de José María Losada Domingo, neurólogo y presidente de la Sección de Neurología de la ACMB.
En su intervención, centrada en los factores predictores de mal pronóstico en el ictus (comorbilidad), la Dra. Naiara Fernández recordó que «el ictus afecta a unas 3.400 personas cada año en Euskadi, siendo el 75% de los afectados mayores de 65 años, de los que al menos un 15% fallece».
Según expuso, el pronóstico del ictus está relacionado con la extensión de la lesión así como con la severidad de los síntomas, «pero además, existen factores como la edad, o la existencia de comorbilidad clínica (diabetes, insuficiencia cardiaca), deterioro cognitivo o una situación funcional previa comprometida, que también influyen en el proceso».
«Identificar de forma precoz a aquellas personas con riesgo de fallecimiento o deterioro funcional severo nos va a permitir realizar un adecuado diagnóstico situacional que facilite el inicio de una planificación anticipada de cuidados con el paciente, o en caso de imposibilidad para la comunicación, con su entorno familiar», destacó la directora Asistencial del grupo sociosanitario vasco IMQ Igurco.
«Conocer las preferencias del paciente (de forma directa o a través de sus familiares o allegados) va a facilitar la toma de decisiones difíciles (ventilación mecánica, colocación de sondas de gastrostomía, etcétera) y garantizar que el plan de intervención se ajuste a las preferencias del afectado, también en el caso de enfermedad avanzada y abordaje sintomático-paliativo», concluyó la geriatra.
Neurología
‘La identificación y manejo del paciente paliativo en fase aguda del ictus’ fue el título de la ponencia de la Dra. Covadonga Fernández. Tal y como explicó, «a pesar de los avances en el tratamiento agudo del ictus, su mortalidad y morbilidad son elevadas. Con el envejecimiento de la población nos encontramos en un escenario próximo de aumento de su incidencia y es necesario tener en cuenta que, a diferencia de otro tipo de enfermedades, el ictus es una enfermedad de aparición súbita. Además, los pacientes tienen limitada la capacidad de comunicación con frecuencia. Estas dos características condicionan de manera importante la toma de decisiones en la fase aguda».
La neuróloga del Hospital Universitario Cruces puso de manifiesto que en los pacientes con ictus «el tratamiento paliativo puede iniciarse en el mismo momento de la instauración de la enfermedad, junto con el tratamiento agudo». Según dijo, «la estimación del pronóstico y su comunicación al paciente y la familia es fundamental para poder proporcionar los cuidados necesarios a los pacientes con ictus grave, incluyendo los cuidados paliativos. Para la comunicación del pronóstico puede ser de gran ayuda plantear el mejor y el peor escenario esperable», aseveró.
La identificación de los pacientes «nos permite establecer unos objetivos, tomar decisiones y adecuar las medidas maximizando el soporte al paciente y a su familia, ayudándoles en la transición hacia la fase crónica de la enfermedad».
Cuidados paliativos
La jornada se cerró con la participación del Dr. Jacinto Bátiz, experto paliativista con varias décadas de ejercicio. Comenzó su alocución explicando que los cuidados paliativos son una práctica clínica y una disciplina de la Medicina «centrada en el paciente y en la familia, enfocada en anticipar, prevenir y aliviar el sufrimiento en todas las etapas de la enfermedad, incluidas las que acontecen en el final de la vida».
El director del Instituto para Cuidar Mejor del Hospital San Juan de Dios de Santurtzi destacó que «los cuidados paliativos están dirigidos a cualquier persona que padece una enfermedad grave que interfiere con su calidad de vida, incluidas quienes padecen ictus. Por ello, los pacientes con ictus que presenten una reducida esperanza y calidad de vida deben tener acceso y recibir cuidados paliativos adecuados a sus necesidades».
Para el Dr. Bátiz, «el alivio del sufrimiento y el manejo de los pacientes con ictus en el final de la vida suponen un reto y una oportunidad de mejora para nuestra práctica clínica habitual».
Por último, el experto proporcionó a la audiencia una serie de pautas sobre cómo cuidar a una persona que ha sufrido un ictus: «teniendo en cuenta sus deseos y sus valores; evitando el abandono; controlando adecuadamente los síntomas que le provocan sufrimiento; evitando la obstinación diagnóstica y terapéutica; y por último, haciendo uso de la sedación cuando el paciente presente un sufrimiento refractario a los tratamientos establecidos anteriormente».