Características de la sección y de sus especialidades
Decía C. G. Jung, que su dedicación era simplemente a la ciencia natural del alma y lo que más le preocupaba era establecer los hechos. Su principal tarea consistía en comprender y curar los conflictos que afligen el alma humana.
Estos mismos afanes pueden tener plena vigencia en el siglo XXI, como ámbito de nuestra práctica profesional de la Psiquiatría, considerándola como nueva ciencia de la mente.
La salud mental la contemplamos como un estado utópico de las mejores condiciones bio-psico-sociales, en permanente desarrollo a lo largo del acontecer vital.
Para avanzar en ese camino puede resultar útil el lema, tan querido en A.A., “Señor dame la fuerza necesaria para cambiar las cosas que puedo cambiar. La paciencia para aceptar las que no puedo cambiar y la sabiduría para distinguir entre ellas”.
Objetivos generales de la sección
La filosofía del Budismo Tibetano recomienda el cultivo de la compasión. Se la puede definir como el deseo sincero de aliviar el sufrimiento de los demás. La compasión es considerada como nuestro estado natural y por lo tanto su aprendizaje no supone nada más que crear las condiciones que permitan florecer a nuestra compasión natural.
El profesor Emilio Lledó en su libro “Epicureismo” (una sabiduría del cuerpo, del gozo, y de la amistad) dice: “La lectura de Epicuro sigue siendo un saludable estímulo para la defensa de la vida, del gozo, de la serenidad, y de la solidaridad”.
Un objetivo general de la sección bien podría ser contribuir a la confluencia de las especialidades médicas, cultivando el estudio biológico y sociológico de la conducta y de la mente, en la línea propuesta por el insigne filosofo Mario Bunge.
La especialización debería atemperarse con la integración.
Ejemplo: Interacciones entre los tres sistemas corporales (N= Nervioso, E= Endocrino, I= Inmunológico) y entre ellos y el Resto del Cuerpo (RC).
Tanto la explicación del funcionamiento del organismo sano como el tratamiento de sus disfunciones requieren una integración de las distintas disciplinas.
La medicina eficaz es sistémica (pero no holística). Y la medicina sistémica se basa en la medicina integrada (no desmembrada). A su vez la última es incompleta a menos que el organismo sea tratado como inserto en su matriz social S.
Aportaciones al conjunto de académicos y líneas de colaboración.
En esta sección de Psiquiatría y Salud Mental consideramos que el estrés es el epítome de la interacción cuerpo – mente y con ese enfoque se pueden articular gran número de colaboraciones con las diferentes secciones académicas para tratar de conseguir planteamientos lo más globalizadores posibles y con la mejor aplicación práctica.
No hay nada más práctico que una buena teoría.
El estrés es una enfermedad sistémica, quizá la enfermedad de mayor interés para la Filosofía (Bunge). En efecto el estrés es un trastorno PSICO-NEURO-ENDOCRINO-INMUNO-SOCIAL, de modo que su estudio requiere la convergencia de múltiples disciplinas.
Actualizando una antigua máxima podríamos decir. “men sana in corpore sano et incorpore sano in republica sana”.
Recomendaciones o consejos preventivos:
Epicuro nos legó hace más de dos mil trescientos años el tetrafármaco para acercarnos al ideal de vida feliz. Es éste:
- No temer a los Dioses.
- Nadie vive la muerte.
- El bien es fácil de procurar.
- El mal puede ser evitado.
Hoy, desde hace más de veinticuatro siglos, sabemos que el placer y el disfrute de la vida no son contrarios a la virtud ni a la inteligencia, sino más bien al contrario. El practicarlos con, medida, tiene además un efecto preventivo para evitar la enfermedad psicosomática en cualquiera de sus manifestaciones. Otra recomendación altamente saludable es “no fijarnos ideales ni objetivos inalcanzables”. J. A. Marina nos ofrece una buena definición de felicidad: “Entendemos por felicidad la armoniosa realización de las dos grandes motivaciones humanas: el bienestar y la ampliación de posibilidades”.
Disfrutemos pues de la vida y ayudemos a vivir rectamente.