Jesús Llona Larrauri nació en Bilbao el 3 de agosto de 1931, hijo de Tiburcio Llona Marcaida y Marcelina Larrauri Ateca. Estudió en el Colegio bilbaíno de los Maristas y cursó el bachillerato en el Instituto Masculino de Enseñanza Media de Bilbao, donde, a final del curso 1949-50, obtuvo el título de Bachiller. Ese mismo año inició sus estudios de Veterinaria en la Facultad de Veterinaria de León. En 1955 obtuvo el Grado de Licenciado en Veterinaria. En sus primeros meses de postgraduado se dedicó, entre otras ocupaciones, a la enseñanza, dando clases en el Instituto Laboral Diego de Ahedo de Carranza. También desarrolló labores de asesoramiento técnico en explotaciones ganaderas.
En agosto de 1957 fue contratado como veterinario interino de los Servicios Veterinarios Municipales de Bilbao. Contrajo matrimonio con Garbiñe Badiola el 31 de octubre de ese mismo año. Del matrimonio nacieron sus hijos Lourdes, José Mari, Garbiñe, Icíar y Jesús. En 1960 pasó a ser funcionario de carrera, tras superar la oposición.
Durante la carrera realizó prácticas voluntarias en el Santo Hospital Civil de Basurto. En 1956 obtuvo la Diplomatura de Sanidad en la Escuela Departamental de Bilbao. En 1961 realizó una estancia en Norteamérica en un programa de cooperación técnica en el área de la producción, procesado y comercialización de leche y productos lácteos.
En octubre de 1964 obtuvo en Derio el título de especialista en Inseminación Artificial Ganadera. Este mismo año obtuvo el título de Diplomado en Bromatología por la Universidad Complutense. En el curso 1964-1965 cursó en la Escuela Nacional de Sanidad estudios para obtener el título de Oficial Sanitario.
En 1970 obtuvo su título de doctor en Veterinaria, con una tesis titulada Aportación al estudio de la contaminación radioactiva de los alimentos. Para preparar la tesis, realizó estudios en París y Roma, un curso de Radiobiología del Consejo General de Colegios de Veterinarios de España y logró el título de Especialista en Isótopos Radiactivos y Control de los Alimentos.
Como veterinario municipal, en sus primeros años, desarrolló sus funciones responsabilizándose del control de la calidad de la leche en las centrales lecheras bilbaínas, de reciente instalación.
En diciembre de 1969 fue nombrado adjunto a la Dirección del Matadero y enlace con los Mercados. En 1973 ocupó la plaza municipal de inspector veterinario, jefe de servicio. En 1978 fue nombrado jefe de los Servicios Veterinarios de Bilbao, manteniéndose dicha responsabilidad hasta 1987. Durante este cargo, introdujo notables mejoras en los servicios y dejó totalmente consolidado el programa de becas del Laboratorio Municipal.
A finales de 1980 se inició la crisis del aceite de colza y el doctor Llona profundizó en la renovación del Servicio Veterinario municipal. En aquellas circunstancias, las autoridades municipales bilbaínas decidieron el montaje de las técnicas analíticas en el Laboratorio de Higiene de los Alimentos de Zorroza y la mejora en dotación de medios materiales y humanos del Laboratorio de Higiene de los Alimentos, el laboratorio de los Servicios Veterinarios Municipales. Otra consecuencia de aquella crisis alimentaria fue la creación de la Oficina Municipal de Información a los Consumidores.
En 1983, en las primeras horas tras las inundaciones de Bilbao, lideró un equipo entusiasta que se dedicó durante las jornadas más críticas a inspeccionar miles de toneladas de alimentos. En los primeros días tras la catástrofe todo el servicio colaboró de forma prioritaria en la reorganización de los servicios de abastecimiento básicos, como ocurrió con la instalación de los mayoristas de MercaBilbao en un pabellón de la Feria de Muestras o la reanudación de los sacrificios en el Matadero de Zorroza. En aquellas fechas, Jesús Llona, de acuerdo con los técnicos municipales y con la Consejería de Sanidad del Gobierno Vasco, adoptó una decisión que entonces fue muy cuestionada pero mayoritariamente aceptada: todos aquellos alimentos y bebidas que hubieran estado bajo las aguas serían decomisados y destruidos.
Jesús Llona fue nombrado en 1978 director general del Matadero Comarcal de Bilbao y se mantuvo como director gerente hasta su jubilación en 1996. A partir de 1987 asumió la ardua tarea de gestionar el traslado del matadero desde su antigua ubicación en Zorroza, y de su puesta en marcha en las nuevas instalaciones de la calle María Archer (también en Zorroza), que se inauguraron en 1991.
Tuvo una vinculación muy estrecha con el sector primario, llegando a ser vicepresidente del Sindicato Nacional de Ganadería y presidente de la Cámara Oficial Sindical Agraria de Vizcaya. Durante su presidencia tuvo una vinculación muy estrecha con los baserritarras vizcaínos, hizo frente a diversas crisis como resultado del descontento de la población ganadera por diversas situaciones y editó la revista Vizcaya Agraria. En aquella época sus colaboraciones periodísticas fueron muy abundantes, escribiendo acerca de problemas técnicos y sociales del sector agrario. En 1977 editó su libro Lo que piensan los nekazaris vizcaínos, interesante aportación al conocimiento del sector en los principios de la transición.
Como veterinario municipal primero, y más tarde como director del Matadero Municipal, hubo de afrontar numerosas crisis alimentarias, relacionadas con supuestas situaciones de contaminación de los alimentos y numerosos brotes de toxiinfecciones e intoxicaciones alimentarias: las hormonas en la carne, las vacas tuberculosas, el clenbuterol, los anisákidos en el pescado, etc. Sin embargo, la crisis alimentaria que marcó en mayor medida su vida profesional fue, sin duda, la del aceite de colza o síndrome tóxico.
A partir de esta crisis y a través de su carrera, comprendió la importancia de la información a los consumidores y comenzó una nueva etapa: la de conferenciante y escritor, participando en las mismas asociaciones de consumidores. Multiplicó su presencia en los medios de comunicación y apareció como un experto en seguridad alimentaria. En este sentido, fue presidente de la Federación de Consumidores de Euskadi de 1982 a 1984.
Desde aquellos principios de los años ochenta, intensificó su actividad como columnista y divulgador científico, casi siempre vinculado a aspectos relacionados con los alimentos y la alimentación. Potenció la formación en nutrición de sus equipos y propició que a Bilbao llegasen en congresos y conferencias importantes figuras de la Bromatología y la Nutrición. Potenció sesiones de divulgación científica en la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao. También inició sus colaboraciones sobre temas nutricionales y gastronómicos en el periódico El Correo, colaboración que mantuvo prácticamente hasta su fallecimiento. Con su mujer Garbiñe mantuvo durante 23 años un programa de radio sobre gastronomía y seguridad de los alimentos.
Escribió más de tres mil trabajos sobre temas alimentarios en revistas científicas y de divulgación. Impartió cursos y charlas tanto en España como en el extranjero y fue autor de treinta y siete libros dedicados al mundo de la alimentación
Promovió con su esposa Garbiñe Badiola, la Llona-Badiola Hostelería Artxanda Fundazioa, en la que son parte activa la Asociación de Empresarios de Hostelería de Bizkaia y la propia Escuela. Además, fue presidente y fundador de los Amigos del Chocolate de Bilbao, una Asociación Benéfico Social y Cultural que procura la amistad y la ayuda a otras personas.
Entre otras distinciones y cargos fue presidente de honor del Colegio Oficial de Veterinarios de Vizcaya – Bizkaiko Albaitarien Legezko Elkartea; Carnicero de Honor; presidente del Label Vasco de Calidad Alimentaria–Eusko Label Kalitatea; vicepresidente de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao; Premio Sáenz de Buruaga 2007; Premio Nacional de Gastronomía; Premio Sanitas a la Mejor Ejecutoria Profesional (1998); Cruz de la Orden de Mérito Militar; miembro de número de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País; vicepresidente de la Academia Vasca de Gastronomía; miembro de número de la Real Academia de Medicina del País Vasco; Premio Academia de Ciencias Médicas de Bilbao 2007; miembro de honor de veintisiete sociedades gastronómicas, entre ellas la Cofradía Vasca de Gastronomía; Premio a la Trayectoria Profesional Foccus 2007; y redactor con otros expertos del Diccionario Gastronómico Vasco, del Periódico Bilbao y de otras revistas y boletines como Hostelería, Horeco, Apuntes de Gastronomía, etc.
El doctor Jesús Llona Larrauri falleció el 4 de agosto de 2013 a los 82 años de edad.