Maialen Arrieta, Ainhoa Gandiaga, María Luisa Arteagoitia, Ricardo Franco Vicario, Miren Agurtzane Ortiz, Juan Tomás Hernani
La jornada de clausura de la L Semana Médica de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao (ACMB) ha reunido este jueves a investigadores y profesionales de la salud para reflexionar sobre la transversalidad de la innovación en el ámbito médico. En concreto, han ahondado en la Biomedicina y la Bioinformática, la impresión 3D en la Medicina o el ‘New Space’, todas con gran impacto en la salud. De hecho, en el caso de Bioinformática, tal y como ha destacado Maialen Arrieta, futura investigadora del Centre de Bioinformatique de Burdeos, “los últimos avances permiten identificar genes clave en trastornos neurológicos como el autismo, en enfermedades neurodegenerativas como la corea de Huntington y en diferentes tipos de cáncer”.
Ricardo Franco Vicario, especialista en Medicina Interna del Hospital Universitario Basurto y expresidente de la ACMB, ha moderado las intervenciones ‘Biomedicina y Bioinformática’ de Maialen Arrieta; ‘Impresión 3D en Medicina: experiencia OSI Ezkerralde-Enkarterri-Cruces’ de Ainhoa Gandiaga, radióloga del servicio de Radiología del hospital Universitario Cruces; y ‘El New Space, un lugar que influenciará nuestro futuro’ de Juan Tomás Hernani, CEO Satlantis, tecnología espacial para observación de la tierra y exploración del universo.
En relación con las últimas novedades y aplicaciones de la Bioinformática en el campo de la Medicina, Arrieta ha resaltado que “la disciplina se encuentra en el corazón de una revolución científica y médica que impulsa descubrimientos con potencial para cambiar millones de vidas. Los últimos avances abren nuevas fronteras en la comprensión y el tratamiento de condiciones médicas complejas”.
Los avances están siendo especialmente significativos en la Medicina y Biología. En este sentido, Arrieta ha explicado que “la Bioinformática está en el epicentro de una era de descubrimientos sin precedentes que revoluciona la comprensión de la biología a nivel molecular, lo que se traduce en nuevas perspectivas para el desarrollo de terapias más efectivas y la mejora de la calidad de vida de las personas afectadas”.
Además, su capacidad de procesar y analizar grandes volúmenes de datos biológicos ha llevado a descubrimientos en áreas que van desde la genómica hasta la biología de sistemas. “Algunos investigadores ya han utilizado herramientas bioinformáticas para mapear las interacciones entre proteínas en células humanas, lo que permite obtener información crítica sobre cómo funcionan las células y cómo los desequilibrios pueden contribuir a enfermedades como el cáncer. Este hallazgo solo es un ejemplo del avance hacia tratamientos más específicos y personalizados”, ha destacado Arrieta.
La bioinformática también impulsa avances en la medicina de precisión. Como ha explicado Arrieta, “a través del análisis de perfiles genéticos individuales, se están diseñando tratamientos adaptados a las características únicas de cada paciente. Un gran ejemplo son las terapias dirigidas contra mutaciones específicas de tumores que han llevado a mejoras significativas en la supervivencia de pacientes en ciertos tipos de cáncer. Estos logros muestran el poder transformador de la bioinformática en la medicina moderna”.
Impresión 3D
Por su parte, Ainhoa Gandiaga, quien ha estado trabajando en el hospital Universitario Cruces desde 2016 en la implementación de impresoras 3D en la práctica clínica diaria, se ha centrado en las aplicaciones y ventajas que reporta este avance tecnológico. En concreto, ha expuesto que “el empleo de la impresión 3D dirige a una medicina más personalizada con procedimientos mejor planificados en los casos más complejos y con mayor seguridad y confianza tanto por parte del cirujano como del propio paciente.