Aunque se ha avanzado mucho su tratamiento, la esclerosis múltiple sigue representando la primera causa de discapacidad por enfermedades en personas jóvenes. En Euskadi hay alrededor de 2.200 pacientes con esclerosis múltiple. Para hablar de este tema, el doctor Alfredo Rodríguez-Antigüedad, jefe del servicio de Neurología del Hospital Universitario Basurto, dio ayer una conferencia en el Palacio Euskalduna de Bilbao titulada “Esclerosis múltiple: pasado, presente y futuro”, dentro del marco de Encuentros con la Salud.
Encuentros con la Salud es una iniciativa que busca fomentar, divulgar y promover la salud, organizada por el diario El Correo con la asesoría científica de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao y la Facultad de Medicina y Odontología de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, y la colaboración de la agencia especializada Docor Comunicación. Este encuentro estuvo patrocinado por la Fundación Esclerosis Múltiple Euskadi y los laboratorios Genzyme, una compañía parte de Sanofi centrada en la investigación de enfermedades raras genéticas.
Tal y como atestiguó el doctor Alfredo Rodríguez-Antigüedad, hace tan solo 20 años, la esclerosis múltiple era una enfermedad de la que se desconocía casi todo, pero “estamos dando la vuelta a la enfermedad”, aunque “habrá que esperar años para poder hacer esta afirmación con total certeza”.
A pesar de la crudeza de estos datos, el panorama actual es esperanzador, “el futuro de las personas a las que se les diagnostica en la actualidad esclerosis múltiple va a ser mucho más favorable que las de los primeros casos”. Tal y como sostuvo el doctor, esta enfermedad “es un ejemplo de cómo en medicina se puede avanzar en el control de una enfermedad prácticamente desde cero en apenas 20 años”.
La esclerosis múltiple es una patología crónica que comienza a desarrollarse en la juventud. Afecta exclusivamente al sistema nervioso central del enfermo, cerebro y médula, y se caracteriza porque a lo largo de este sistema aparecen de manera progresiva lesiones inflamatorias que en ocasiones dan síntomas pero pueden ser asintomáticas, aunque podemos verlas mediante la resonancia magnética. Al ser una enfermedad crónica e incurable, esta acumulación de lesiones da lugar a la discapacidad de los pacientes.
Esta enfermedad se manifiesta con episodios en los que el enfermo nota una pérdida de función. Estos síntomas suelen desaparecer dejando en ocasiones alguna secuela, y al cabo de un tiempo ocurre otro episodio en el que el paciente nota otros síntomas diferentes. Llega un momento de la enfermedad en la que se dejan de tener recaídas y comienza un periodo de lento deterioro, que termina por discapacitar a muchos pacientes.
Afortunadamente, no todos los enfermos tienen obligatoriamente ese pronóstico. “Hay un 10-15% de los pacientes que tienen una evolución benigna”, pueden hacer vida completamente normal sin ningún tipo de tratamiento. No obstante, el doctor lamentó que “es muy difícil poder diagnosticar quién va a tener una evolución benigna”, puesto que no existe ninguna prueba que lo determine.
Por otra parte, el panorama de los pacientes cuya evolución no es benigna da lugar a la esperanza. “Existen muchos medicamentos ya comercializados que tienen una alta eficacia para controlar la aparición de estas recaídas”, y frenar el avance de la patología en este término “puede prevenir la aparición de la siguiente fase”, en la que se da un empeoramiento progresivo de la enfermedad.
Uno de los objetivos que marcó el doctor Rodríguez-Antigüedad para luchar con la esclerosis múltiple es, precisamente, frenar la fase progresiva de la enfermedad. “Hay investigaciones y resultados recientes de medicamentos que ofrecen resultados positivos”, destaca el experto. El otro gran reto de la medicina en este campo sería la neurorregeneración, es decir, regenerar lo dañado. De hecho existen ya medicamentos neurorregeneradores que están en investigación en personas. Dado que el cerebro apenas se regenera y no se puede trasplantar, los avances en las terapias neurorregeneradoras serían aplicables a otras enfermedades como la de Alzheimer o Parkinson.
En Euskadi hay alrededor de 2.200 pacientes con esclerosis múltiple. Todos ellos tienen una unidad de referencia en la que poder consultar todas sus dudas. Además, tal y como destacó Rodríguez-Antigüedad, “en Osakidetza la atención a pacientes con esclerosis es ejemplar”, esto permite “una atención médica personalizada en cada paciente” algo fundamental teniendo en cuenta que la situación personal de cada enfermo es totalmente diferente. Euskadi cuenta también con la Fundación Esclerosis Múltiple Euskadi, que busca mejorar la calidad de vida de los pacientes a través de la sensibilización social y la defensa de los derechos de este colectivo, además de apoyar la investigación de esta enfermedad.