Bilbao, marzo de 2014.-La Federación Vizcaína de Fútbol (FVF-BFF), en colaboración con IMQ y la sección de Medicina del Deporte de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao, ha organizado, dentro de los actos programados para conmemorar el centenario de su fundación, una serie de conferencias médicas relacionadas con el deporte. El tercero y último acto de este ciclo lo constituye una mesa redonda sobre la “Historia de la asistencia médica en el fútbol vizcaíno: desde lo científico a lo anecdótico”, que se lleva a cabo hoy jueves, 27 de marzo a las 19:30 horas, en la Biblioteca Municipal de Bidebarrieta, en Bilbao. La entrada es libre y gratuita hasta completar el aforo.
El coordinador de la mesa es el doctor José Antonio Vicandi Madariaga, especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica. Los participantes en dicha mesa son el doctor Ángel Gorostidi, cardiólogo y ex responsable de los servicios médicos del Athletic Club desde 1982 a 1996 (con dos ligas y una Copa del Rey en su palmarés); el doctor Francisco Angulo, especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte y miembro de los Servicios Médicos del Athletic Club; y los enfermeros Juan José Campa y Fernando San Cristóbal.
Tal y como ha manifestado el coordinador de la mesa redonda, el doctor Vicandi, “en la década de los setenta, la lesión más típica de los futbolistas era la de menisco. En aquella época, se optaba por la extirpación del menisco, lo que provocaba que en un periodo no muy largo, surgieran lesiones degenerativas. Afortunadamente, los avances en el diagnóstico por imagen (especialmente con la resonancia magnética) y la aparición y desarrollo del tratamiento por artroscopia, ha favorecido un mejor diagnóstico, un tratamiento más conservador de la lesión y un mejor pronóstico de la de la misma”.
El doctor ha puesto de manifiesto que, hasta fechas recientes, “la lesión aislada del ligamento cruzado anterior, debido a la falta de desarrollo de algunas técnicas de imagen, pasaba desapercibida para los doctores, siempre que no fuesen asociadas a lesiones graves como la triada (rotura del ligamento cruzado anterior, del menisco y del ligamento lateral interno) o la pentada (a las anteriores lesiones, se le unen de forma simultánea la rotura del ligamento lateral externo y de los dos meniscos, externo e interno). Sin embargo, hoy en día, la rotura del ligamento cruzado anterior es una de las más frecuentes, desbancando a la lesión de menisco”.
El experto ha explicado que “las lesiones del ligamento cruzado anterior comenzaron su tratamiento con materiales como fibras de carbono o polietileno. Sin embargo, desde hace años se emplean con éxito tendones del propio paciente (provenientes del tendón rotuliano o de la denominada ‘pata de ganso’) o de un donante”. Gracias a los avances en la resonancia magnética y también en la artroscopia, “ahora las lesiones secundarias, derivadas de la rotura inicial, son mucho menos frecuentes e importantes y, además, se ha conseguido más estabilidad para la rodilla”.
El doctor Vicandi se ha referido al devenir de algunas lesiones derivadas de los elementos técnicos que han acompañado a los jugadores de fútbol en las últimas décadas. “Aspectos como los materiales de las botas, los tacos de las mismas o, incluso, el propio balón, que antiguamente se empapaba mucho con el agua y el barro, aumentando su peso, han favorecido en algunos casos la aparición de algunas tecnopatías”.
Asimismo, con respecto a las características de los terrenos de juego, ha señalado que los firmes sintéticos de los campos de hierba artificial, o los campos con mucho barro, pueden favorecer en determinadas ocasiones la fijación del pie en el suelo, pudiendo provocar, debido a las inercias y movimiento del cuerpo, algunas lesiones.
Con respecto a las categorías de jóvenes futbolistas, el médico ha recalcado la necesidad de que “tanto los entrenadores, como los padres y por supuesto los servicios sanitarios deportivos velen por la protección de los cartílagos de crecimiento de los niños. Estos cartílagos, que por ejemplo se encuentran en los extremos de los huesos en articulaciones como tobillos, rodillas y caderas, pueden sufrir lesiones por arrancamiento, que si son graves o se tratan de manera inadecuada, pueden dar lugar posteriormente a desviaciones o algunas alteraciones durante el crecimiento”.
El traumatólogo ha destacado como “una particularidad del fútbol en Bizkaia, el que la Federación Vizcaína de Fútbol cuente desde hace décadas con un seguro privado para sus futbolistas federados”. Esta particularidad, que también ha sido propia del baloncesto de Bizkaia, “ha agilizado la atención a los futbolistas lesionados, tanto en el aspecto del diagnóstico, con la realización de pruebas de imagen en 24 ó 48 horas, como en el tratamiento de las lesiones, siendo quirúrgico o conservador, e, incluso, en la rehabilitación posterior de la lesión”.