La excepcional trayectoria profesional, docente, investigadora y de gestión de la doctora Begoña Ochoa -bioquímica y catedrática de Fisiología de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU); y la ingente labor asistencial, social y humanística con la ciudadanía del colectivo de profesionales de Medicina Familiar y Comunitaria de Euskadi, en el ámbito profesional, científico, y académico, son reconocidas en la decimocuarta edición de los premios Dr. José Carrasco – D. Máximo de Aguirre de 2020. La entrega de ambos reconocimientos, correspondientes a la edición del año pasado, fue pospuesta ante el impacto de la pandemia de la COVID-19 que, lejos de diluir sus esfuerzos, hizo aún más meritoria su labor.
La entrega de galardones se ha celebrado el viernes, 4 de junio, en los salones de la sede de la Sociedad Bilbaina. Los premios Dr. José Carrasco – D. Máximo de Aguirre fueron instituidos de manera conjunta por la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao (ACMB) y la Sociedad Bilbaina, ambas entidades con más de 100 años de historia, para reconocer a las personas y/o instituciones que se han destacado de forma sobresaliente en su desempeño profesionales o han realizado meritorios servicios para la sociedad.
Los premios han sido recogidos por la propia Begoña Ochoa Olascoaga y, en el caso de los profesionales de Medicina Familiar y Comunitaria de Euskadi, por el vicepresidente 2º y de Atención Primaria del Colegio de Médicos de Bizkaia, Joseba Atxutegi, como representante del ámbito profesional de este colectivo; y por el presidente de la Sociedad Vasca de Medicina de Familia y Comunitaria (OSATZEN), Gorka Maiz, desde el punto de vista del campo científico. El presidente de la Sección de Medicina Familiar de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao, Jesús Merino, también ha sido reconocido desde el punto de vista del ámbito académico, pero no pudo acudir al evento.
El acto ha contado con la asistencia de la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá; la consejera de Salud del Gobierno Vasco, Gotzone Sagardui; el presidente de la Academia, Ricardo Franco Vicario; y el presidente de la Sociedad Bilbaina, Antón Pérez-Iriondo Murgoitio.
Tampoco han querido perderse la cita la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui; el subdelegado del Gobierno en Bizkaia, Vicente Reyes; la directora general de Osakidetza, Rosa Pérez; la rectora de la UPV/EHU, Eva Ferreira; el rector de la Universidad de Deusto, José María Guibert; el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto; la concejal de Salud del Ayuntamiento de Bilbao, Yolanda Díaz; el decano de la Facultad de Medicina y Enfermería de la UPV/EHU, Joseba Pineda; la tesorera del Colegio de Enfermería de Bizkaia, Eguskiñe Gallastegui; la presidenta de la Academia de Ciencias de la Enfermería, Maite Feito; la presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Bizkaia, Flavia Erazo; la miembro de la junta del Colegio Oficial de Dentistas de Bizkaia, Ana García Arazosa; el director de las clínicas IMQ, Nicolás Guerra; el director territorial de Quirónsalud en el País Vasco, Joseba Vidorreta; y la tesorera y vocal de Medicina Rural del Colegio de Médicos de Bizkaia, Julia Nicolás. Además de las personas ya citadas, el acto ha contado con la presencia de numerosos miembros de la ACMB.
Una edición marcada por la pandemia
Ricardo Franco Vicario, en la inauguración de la cita, ha destacado que, “todos lo hemos pasado muy mal con la pandemia de COVID-19, y aún hoy lo seguimos sufriendo, aunque con las esperanzas puestas en los constantes beneficios de la campaña de vacunación. Esta nueva enfermedad infecciosa ha causado mucho dolor, y nos ha puesto contra las cuerdas. Otros compañeros y amigos, no tuvieron tanta suerte. Vaya para ellos nuestro recuerdo”.
Ahora bien, el presidente de la Academia ha añadido que, “la pandemia no ha podido con nosotros, ni con nuestras actividades, ni con el merecido reconocimiento que toda institución que se precie debe tributar a aquellas figuras y entidades que bien lo merecen. Hoy tanto la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao, como la Sociedad Bilbaina, nos reunimos para reconocer institucional y públicamente a una persona y a un colectivo que merecen no solo nuestro más sincero agradecimiento y admiración, sino el de toda la sociedad”.
Dra. Begoña Ochoa Olascoaga
La Dra. Begoña Ochoa Olascoaga firmó su primer contrato docente de Bioquímica en la UPV/EHU, y comenzó a elaborar su tesis doctoral gracias a la ayuda de su mentora, Merche Lacort. Tres años más tarde, defendió su trabajo de investigación que le abrió las puertas a la condición de profesora universitaria en 1982.
Un tiempo después, Ochoa se trasladó durante un curso académico a la Facultad de Medicina de Edimburgo, donde tuvo la suerte de conocer a Kath Botham, un gran investigador que trabajó posteriormente para la GlaxoSmithKline, y con el que mantiene una estrecha relación científica.
El fruto de esta etapa fue la configuración de su propio grupo de investigación junto a los profesores M.J. Martínez, M.L. Hernández, y J.L. Ruiz, y las posteriores incorporaciones de Olatz Fresnedo y Yolanda Chico, junto a las que investigó sobre el metabolismo hepático del colesterol y las lipoproteínas. En 1998, consiguió su Cátedra en Fisiología y, a partir de ese punto, alcanzó la Dirección del Departamento de Fisiología de la UPV/EHU, y la vicepresidencia de la ACMB, cargo que ostentó durante seis años.
Ya en esta situación, Begoña quiso dar respuesta a una de sus grandes inquietudes todavía por cumplir: investigar en Estados Unidos. Así, viajó hasta el Duke University Medical Center, una de las universidades privadas más reconocidas del mundo, a trabajar con una de las gastroenterólogas más importantes, Ana Mae Diehl, para investigar sobre los fenómenos de regeneración del hígado.
Una vez que cumplió este ‘sueño americano’, en 2009 se hizo cargo de la dirección de Política Científica del Gobierno Vasco, siendo la Consejera de Educación, Universidades e Investigación, la propia ministra Celaá.
Profesionales de Medicina Familiar y Comunitaria
La Atención Primaria de Salud (AP) es uno de los pilares esenciales sobre los que se asienta el sistema sanitario. Es una de las piezas esenciales para garantizar una atención sanitaria eficaz y eficiente a personas, familias y comunidades.
La especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria se creó hace 43 años (en 1978), cuando se celebró la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud de Alma-Ata en Kazajistán, que tanto impulsó el primer nivel asistencial en todo el mundo. Tiempo después, en 2005, se actualizó el programa formativo de la especialidad, un texto que es la referencia actual para la adquisición y mantenimiento de las competencias de cualquier especialista en Medicina de Familia.
A lo largo de todo este desarrollo, la Medicina Familiar y Comunitaria tiene un papel esencial en el conjunto del sistema sanitario de Euskadi. El máximo representante científico de este territorio, la Sociedad Vasca de Medicina de Familia y Comunitaria (OSATZEN), es una de las 17 sociedades federadas que conforman la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC) y mantienen una incesante actividad de actualización de conocimiento. Así, esta entidad dignifica y publicita las virtudes de esta disciplina, organizan y apoyan actividades formativas, y muchas iniciativas más, que, en definitiva, contribuyen al progreso de su especialidad.
Por otro lado, los profesionales de AP cuenta con el respaldo decidido del departamento de Salud del Gobierno Vasco, los colegios de médicos de los tres territorios históricos, y del sindicato médico que, en todos los casos, muestran una atención especial a la medicina de familia, siempre ávida de aprender las actitudes y aptitudes para valorar y aprender a manejar la globalidad e integralidad de la atención, la tolerancia a la incertidumbre, la adaptación a los cambios, y a la limitación de recursos. A su vez, tampoco se debe pasar por alto la labor formativa y divulgativa que la sección de Medicina Familiar y Comunitaria de la ACMB desarrolla desde hace años.
Por último, la sanidad privada de Euskadi es un referente en lo concerniente a esta especialidad. Así, el Igualatorio Médico Quirúrgico (IMQ) es la única entidad de la sanidad privada del Estado que otorga a la AP, al igual que la red pública, la importancia que merece como elemento angular del sistema.