Amaia Mauriz, directora del Máster en Psicoterapia Relacional Integrativa de la Facultad de Psicología de la Universidad de Deusto, ha destacado que “la relación entre profesional y paciente es un factor central a la hora de predecir la eficacia de los tratamientos de salud mental”. Mauriz ha realizado estas declaraciones en el marco de la actividad formativa ‘La importancia del vínculo terapéutico’ que han organizado este miércoles, 9 de marzo, la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao (ACMB) y el Colegio de Psicología de Bizkaia (COPBI).
En esa misma cita, y en representación de las entidades que ambos representan, María Begoña Rueda Ruíz, decana del COPBI, y Ricardo Franco Vicario, presidente de la ACMB, han firmado un convenio de colaboración. Gracias a este acuerdo, ambas instituciones compartirán esfuerzos y estrecharán lazos. Tras la rúbrica, Mauriz ha protagonizado la primera de las actividades que ambas organizaciones han realizado de manera conjunta.
El vínculo terapéutico
“En el ámbito de la salud mental, al igual que en todas las profesiones relacionadas con la salud y las relaciones humanas, establecer una relación entre profesional y paciente es un factor clave para la evolución de la persona y el logro de los objetivos terapéuticos. Por lo tanto, es muy relevante para la cura”, ha explicado Mauriz. En este punto, la especialista ha recalcado que “la alianza terapéutica, la adhesión al tratamiento y la implicación de la persona en su propio proceso de recuperación, cura o desarrollo personal, son aspectos reconocidos por su importancia a la hora de predecir el buen progreso del tratamiento”.
En base a su gran importancia, la directora del Máster en Psicoterapia Relacional Integrativa de la Universidad de Deusto ha expuesto varios de los aspectos centrales que debe presentar una relación terapéutica de calidad. De esta manera, ha presentado las características y elementos sobre los que puede sustentarse y desarrollarse un vínculo terapéutico firme “que resulte facilitador para la toma de conciencia, el cambio y el abordaje de los múltiples desafíos que todo proceso de psicoterapia conlleva para la persona que lo aborda”.