Un año más, y ya van 32, Sabino Arana Fundazioa celebró ayer la gala anual de los Premios Sabino Arana. Con las de la ceremonia de ayer, son ya 180 las personas, asociaciones e instituciones las que han sido premiadas a lo largo de las 32 ediciones. Personas, instituciones y colectivos que destacan por su capacidad de entrega y vocación de servicio a la sociedad, a las que se sumaron este año la escritora y activista defensora de la mujer africana, Remei Sipi; el industrial gallego afincado en Euskadi desde hace 40 años, José Barreira; la empresaria y presidenta de la S.D. Eibar, Amaia Gorostiza; el antropólogo y folklorista, Juan Antonio Urbeltz; y la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao.
Condicionada por la pandemia de la COVID-19, la gala de este año se vio obligada a cambiar de escenario. Del tradicional Teatro Arriaga a la sede de Sabino Arana Fundazioa. Precisamente, y por este motivo, las primeras palabras de la presidenta de Sabino Arana Fundazioa, Mireia Zarate, en el discurso de apertura han sido para compartir un mensaje de solidaridad, cercanía y, sobre todo, esperanza a todas las personas que, en Euskadi, en Europa, en todo el mundo, han padecido y están padeciendo las consecuencias más duras de esta pandemia.
“En especial, hacemos llegar nuestra solidaridad y cercanía a las personas y familias que han perdido a seres queridos, a quienes cada día sufren los rigores de esta cruel enfermedad. Y un recuerdo muy especial para las personas mayores, las más castigadas por los efectos de la COVID-19. Estas personas mayores nos están dando un nuevo ejemplo de vida. Están siendo capaces de sacrificarlo todo porque, para ellas, conservar la salud es lo que les va a permitir volver a besar, abrazar y acariciar a sus seres queridos”, destacó.
Asimismo, Mireia Zarate, se dirigió a las y los galardonados de los que destacó sus valores (coraje, liderazgo, carácter pionero, arraigo y compromiso) y su entrega a las distintas causas que representan. Dos mujeres, dos hombres y una institución que identifican, como señaló Zarate, “los valores que van a permitirnos superar esta crisis sanitaria, social, económica y emocional que hoy padecemos”. Esos mismos valores son con los que Mireia Zarate se refirió a Juan M.ª Atutxa, anterior presidente de Sabino Arana Fundazioa y “cuerpo y alma de la Fundación”.
Academia de Ciencias Médicas de Bilbao: compromiso
Y finalmente, tras haber sido galardonados el resto de premiados en la gala, le llegó el turno a la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao, que en 2020 ha cumplido 125 años. Sabino Arana Fundazioa reconoció sus extraordinarios esfuerzos en mejorar la capacitación de nuestros profesionales sanitarios y en asesorar a las instituciones para, a fin de cuentas, lograr hacer efectiva a toda la población el derecho a la salud.
El galardón fue recogido por su presidente, Ricardo Franco, acompañado de dos expresidentes de la Academia, Juan Ignacio Goiria y Juan José Zarranz.
Ante la situación actual de pandemia, Ricardo Franco destacó que desde que tuvimos conocimiento de lo que estaba ocurriendo en China hace poco más de doce meses “el sistema sanitario se ha visto ante el mayor reto asistencias de las últimas décadas, algo que nos está permitiendo obtener valiosas y dolorosas lecciones para perfeccionar nuestro sistema de salud y responder de una manera más eficaz y eficiente ante episodios que puedan darse en el futuro”.
El Dr. Franco Vicario aprovechó, asimismo, para reivindicar “el enorme trabajo que el conjunto de los profesionales sanitarios de Euskadi han realizado y están realizando para hacer frente a esta pandemia”. E hizo extensible el reconocimiento “para todos ellos y ellas, los y las presentes y, desgraciadamente, los y las convalecientes y ausentes”.
Y, finalmente, destacó la labor de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao como “vínculo de relación para sociedades científicas y asociaciones del ámbito sanitario con fines semejantes”.
Una gala con arte
La gala fue presentada por el periodista Aiert Arieta-Araunabeña. Por otra parte, el dúo Arineketan, formado por Jagoba Astiazaran (txistu) e Iñar Sastre (piano) amenizó la entrega de premios con dos piezas: “Agurraz jolasean” y un “remix” entre “Uzturre” y “Belauntxingoa”. En sus actuaciones, el dúo interpreta melodías y ritmos vascos tradicionales a los que suman creaciones propias. En el acto de ayer, Jagoba Astiazaran cantó, además, una copla de Juan Ignacio Iztueta compuesta hace 200 años, que enlazaba perfectamente con el mensaje de la necesaria labor de recuperación del folklore vasco que maestros como Urbeltz han realizado y continúan realizando.