Expertos en investigación sanitaria han reflexionado sobre la situación actual de la sanidad vasca en la tercera jornada de la L Semana de Humanidades de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao (ACMB) que se ha celebrado el miércoles, 1 de marzo, en la Sociedad Bilbaina. La coordinadora científica de BIOEF, Lorea Mendoza, ha destacado que “la sanidad de Euskadi avanza hacia un sistema de unidades médicas mixtas que suman asistencia e investigación y tendrán un gran impacto sobre los pacientes, ya que permitirán avanzar en el desarrollo e incorporación de tratamientos innovadores”.
“La investigación e innovación en salud son un elemento clave para conseguir nuevas maneras de prevenir y diagnosticar enfermedades, así como disponer de nuevos medicamentos y dispositivos para su tratamiento y curación. Un ejemplo de estas unidades mixtas que ya están en funcionamiento serían la unidad conjunta de investigación clínica en Cáncer Infantil de Euskadi, la unidad de secuenciación masiva y la unidad de terapias avanzadas CAR-T”, ha explicado Mendoza.
La conferencia ‘Salud y Sociedad: el presente’ que ha sido moderada por la decana del Colegio Oficial de Biólogos de Euskadi, M.ª Isabel Tejada, también ha contado con las intervenciones del investigador de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) e IKERBASQUE research profesor, Iñigo de Miguel, y el doctor en Estadística del Departamento de Salud del Gobierno Vasco, Imanol Montoya.
Investigación en Euskadi
Respecto al trabajo de investigación en salud que se desarrolla desde Euskadi, Mendoza ha destacado que “el sistema público vasco de salud, a través de sus cerca de 3.000 investigadores (un 66% mujeres) desarrolla una gran actividad investigadora que se centra en los pacientes y se articula a través de los cuatro institutos sanitarios Bioaraba, Biocruces Bizkaia, Biodonostia y Kronikgune, con la coordinación de la Fundación Vasca de Investigación e Innovación en Salud BIOEF. De hecho, en 2021 se realizaron más de 1.800 proyectos”.
“Este ecosistema de investigación permite proporcionar un mayor apoyo a los profesionales sanitarios que quieren investigar a la par que facilita la colaboración con empresas y otros centros. En este sentido, el sistema sanitario público vasco es un socio preferente para las nuevas empresas de Euskadi en el desarrollo, validación y puesta en el mercado de nuevos productos innovadores. A día de hoy, han trabajado con 153 entidades vascas, la mayoría pymes”, ha explicado Mendoza.
De cara al futuro, Lorea Mendoza ha indicado que “Euskadi tiene su hoja de ruta en la Estrategia de Investigación e Innovación en Salud 2022-2025 y se centra en las siguientes áreas de especialización: medicina personalizada; terapias avanzadas; salud digital; la aplicación de tecnologías disruptivas a necesidades de salud; y las enfermedades neurodegenerativas y de salud mental”.
Inteligencia artificial y edición genética
Por su parte, Iñigo de Miguel se ha centrado en dos avances tecnologías con “particular relevancia” para la salud: el empleo masivo de datos con fines diagnósticos o terapéuticos y la edición genética. Respecto al primer caso, de Miguel ha explicado que “estos sistemas, que suelen implicar mecanismos de inteligencia artificial, permitirían mejorar sustancialmente la creación de fármacos y su proceso de prueba antes incluso de aplicarse en humanos, lo que cambiará el paradigma de los ensayos clínico. Además, influirá en las técnicas diagnósticas y de elección del tratamiento”.
“En el caso de la edición genética, esta tecnología puede convertirse en una herramienta revolucionaria si se logra eliminar los riesgos que implica en la actualidad. A corto plazo, servirá para mejorar la respuesta a algunas patologías concretas y en un futuro, podría implicar serios cambios en la forma de reproducción humana, ya que muchas alteraciones solo podrían hacerse en etapas embrionarias”, ha señalado de Miguel.
La importancia de los indicadores de Salud
En su intervención ‘Indicadores de salud: visión poblacional’, Imanol Montoya se ha centrado en estos “sistemas que sirven para identificar problemas de salud, valorar las necesidades de recursos de salud, monitorizar la equidad en salud, y diseñar y desarrollar intervenciones comunitarias”.
En el caso de Euskadi, tal y como ha explicado Montoya, “el Departamento de Salud del Gobierno Vasco dispone de información de calidad para calcular estos indicadores a través, entre otros, de la Encuesta de Salud, del Atlas de Mortalidad o del propio sistema de información de Osakidetza”.