“El picor de ojos y el lagrimeo constituyen, por detrás de los problemas de visión, la segunda consulta más frecuente en oftalmología”. Asimismo, los oftalmólogos oculoplásticos “constatamos en nuestras consultas un aumento del número de casos de cáncer en los párpados y entre pacientes cada vez más jóvenes a causa de la exposición solar”. Estas consideraciones y otras se realizaron en la jornada divulgativa Encuentros con la Salud que se celebróen la biblioteca de Bidebarrieta de Bilbao y que llevó por título Ojos sanos, desde el párpado hasta el interior.
El doctor Jon Federío Arostegi, oftalmólogo especialista en Oculoplástica y Órbita del Hospital Quirónsalud Bizkaia, ponente de la conferencia, expone que “en los casos en los que se produce demasiada lágrima, bien por enfermedades de la superficie del ojo (ojo seco, alteraciones de la córnea, etc.), bien por alteraciones de tipo obstructivo en la salida de la lágrima (obstrucción de los conductos lagrimales de salida), o una combinación de ambos casos, ocurre que la lágrima se estanca y llora el ojo, provocando un problema de salud y de calidad de vida al que los pacientes no se han de resignar puesto que, bien tratado, es raro el caso de lagrimeo que no se soluciona”.
Prótesis oculares
Por un accidente traumático, por una enfermedad o por una operación en la que quizá las cosas no han ido bien, puede darse el caso de que una persona pierda un ojo. En muchas ocasiones, esto ocurre porque el ojo entra en un estado de atrofia y se puede volver doloroso, conllevando la necesidad de que se tenga que eliminar el globo ocular. “Al eliminarlo, además de la pérdida de la visión de un ojo y de la pérdida del propio órgano, hay que devolver al paciente un aspecto estético lo más cercano a lo natural. Esto se hace con cirugía, con implantes, suplementos (porque en ocasiones la prótesis tiende a hundirse) y, por supuesto, con una prótesis ocular hecha a medida” expone el especialista del Hospital Quirónsalud Bizkaia.
Según confiesa el doctor Jon Federío, “muchas personas consiguen unos resultados en los que, al mirar de frente a los dos ojos, no se distingue el ojo real de la prótesis”.
La cavidad que alberga la prótesis cambia con el tiempo, por lo que es conveniente que este grupo de pacientes mantenga un seguimiento en la consulta. Además, la prótesis se ha de ir cambiando periódicamente. “Muchos de estos pacientes, en ocasiones, andan peregrinando entre especialistas hasta que llegan a las consultas de los oftalmólogos oculoplásticos, que somos los profesionales que mejor nos podemos ocupar de ellos”.
Lejos de los antiguos ojos de cristal, las prótesis oculares “ahora son de resinas plásticas muy ligeras. Desde el punto de vista estético hay pacientes a los que les cambia la vida. Y es que en ocasiones, estos pacientes, antes de ponerse las prótesis, refieren situaciones sociales disonantes e, incluso, problemas psicológicos”.
Cáncer en los párpados
“En el párpado no sólo tienes que arreglar la estética del párpado, sino permitir que se pueda mover correctamente y cubrir de forma completa la superficie del ojo. En casos de parálisis faciales o en personas que no pueden cerrar el ojo, o en enfermedades neurológicas, la mala función del párpado pone en riesgo la visión. Si no se cierra bien el ojo, se pone en peligro la vista del paciente”, señala el doctor Jon Federío, que amplió sus estudios de oculoplástica en Londres y Barcelona.
A las alteraciones propias del párpado, como son la caída del párpado, problemas por cicatrices, por un tumor maligno, porque se mete hacia adentro o sale hacia afuera, o porque las pestañas se clavan, etcétera, hay que añadir un problema emergente: los tumores solares en los párpados. “En nuestro entorno, se presentan externamente en el párpado. Su apariencia puede ser similar a la de un orzuelo o una pequeña verruga, pero con un aspecto un poco raro, que sangra un poco, que no acaba de irse… A veces están pigmentados, pero no siempre. Y es un problema creciente. Cada vez vemos más casos de cáncer en los párpados en nuestras consultas y entre pacientes más jóvenes, a causa de la exposición solar”.
En estos casos, “si la cirugía está bien hecha, la curación es del 100%. No obstante, también puede darse el caso, poco frecuente, de que sea un tumor realmente agresivo, por lo que es recomendable protegerse de una manera activa de una exposición solar excesiva”.
Patología de órbita y exoftalmos (ojos saltones)
La patología de órbita no es muy frecuente, pero es un problema que de manera casi exclusiva sólo ven los oftalmólogos oculoplásticos, debido a que, otros especialistas, como los cirujanos maxilofaciales o cirujanos plásticos, finalmente se encuentran con el problema de la cercanía y complejidad de tratar con el ojo y sus estructuras adyacentes. Los oftalmólogos oculoplásticos se superespecializan en microcirugía aplicada al ojo y a sus estructuras adyacentes.
La patología de órbita suele darse por fracturas, tumores, o exoftalmos (tener los ojos hacia afuera). Con respecto a este caso, “existen enfermedades de tiroides que en su curso, provocan esta deformidad que proyecta los ojos hacia afuera y, si no se opera, dicha deformidad es permanente. Y es algo que se puede corregir desde la oculoplástica trabajando desde la órbita”, apunta el oftalmólogo especialista en Oculoplástica y Órbita del Hospital Quirónsalud Bizkaia y miembro de la ONG Ocularis.
En estos casos, “primero se ha de tratar la enfermedad de base de la tiroides, para controlar la evolución del proceso y estabilizar la proyección hacia afuera de los ojos. Posteriormente, como la posición de los ojos no revierte a la situación normal anterior a la patología, con la cirugía se puede crear nuevo espacio dentro de la cara para que los ojos se vayan hacia atrás. Esto, acompañado de una cirugía de párpado suele conseguir buenos resultados en un proceso muy deformante y muy evidente desde el punto de vista social, por su alta visibilidad en el rostro”, concluye el doctor Federío.
Sobre Encuentros con la Salud
Encuentros con la Salud es una iniciativa organizada de forma conjunta por el diario El Correo, y la agencia especializada Docor Comunicación que cuenta con la asesoría científica de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao y la Facultad de Medicina y Enfermería de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea. En esta conferencia, cuenta además con el patrocinio del Hospital Quirónsalud Bizkaia.