La clínica IMQ Zorrotzaurre acoge hoy la I Jornada de la Sociedad Vasca de Patología Mamaria, una cita en la que oncólogos, radiólogos, cirujanos plásticos, ginecólogos y fisioterapeutas se reúnen para debatir las principales controversias que rodean a la patología de la mama. La jornada está organizada por la propia Sociedad Vasca de Patología Mamaria y la centenaria Academia de Ciencias Médicas de Bilbao, en colaboración de Grupo IMQ.
En el seno de la jornada, el doctor José Antonio López Ruiz, secretario de la sociedad científica, ha expuesto la ponencia “Detección precoz del cáncer de mama: ¿sirven de algo las mamografías?”. Tal y como ha aseverado, “desde el punto de vista oncológico práctico, el término “detección precoz” (DP) significa la detección de un proceso neoplásico maligno en una fase en la que se posibilita el control o curación de la enfermedad, facilitando el uso de terapias menos agresivas y mejorando la calidad de vida del paciente. Y dicho término es aplicable al cáncer de mama (CM)”.
Según ha puesto de manifiesto, “hasta la fecha, el mejor método de diagnóstico precoz del cáncer de mama es la mamografía (MRx) de calidad, supervisada y estudiada por radiólogos expertos, realizada de manera periódica. Bajo tales circunstancias, la sensibilidad de la mamografía para detectar cáncer mamario, oscila entre el 61% y el 95%, con una especificidad del 80-90 %, en función (entre otros factores) de la “densidad radiológica” del tejido mamario. A mayor densidad, menor sensibilidad”.
La mamografía permite la detección de tumores “cuando aún no provocan ninguna sintomatología, ni resultan palpables. Y esto es algo aceptado y asumido de manera unánime. Lo que se cuestiona, desde hace algunos años, es el impacto epidemiológico, en términos de reducción de la tasas de mortalidad, que supone la realización masiva de mamografías en mujeres asintomáticas. Y no sólo en el contexto de la literatura médica, sino, también, en los medios de comunicación de masas”.
Según ha explicado el responsable de Preteimagen y radiólogo del cuadro médico de IMQ, “la detección precoz del cáncer de mama mediante mamografía resulta útil, puesto que permite detectar tumores más pequeños y menos agresivos, lo cual permite terapias menos agresivas y personalizadas, y una reducción de la mortalidad de 20-30 %. La posibilidad de fallecer por cáncer de mama es un 50% inferior en las mujeres que se someten regularmente a los programas de cribado (también denominados screening o chequeos) que las que no lo hacen”.
El experto ha planteado la cuestión de si la reducción de la mortalidad observada en numerosos países es fruto de la mamografía solamente o bien de una mejor estadificación, con terapias más eficaces. “Aunque algunos trabajos señalan a la mamografía como principal ‘culpable’ de ello, lo cierto es que ahora es ampliamente aceptado que el descenso de la mortalidad por CM es fruto tanto de la MRx como de la labor multidisciplinar de equipos bien formados y motivados.
Pero la MRx no es una técnica infalible. “Entre un 15 y un 20% de tumores malignos no son detectados con la mamografía, por diversas razones. Una de ellas es la presencia de patrones radiológicos “densos”, que motivan un descenso de la sensibilidad del “test”. Pues bien, es en estos casos en los que cabe plantearse añadir exploraciones complementarias, tales como la ecografía mamaria y/o técnicas mamográficas digitales (como la tomosíntesis), que incrementan la detección de tumores ante mamografías aparentemente normales”.
Por lo tanto, puede mejorarse la aportación de los métodos radiológicos a las tareas de detección precoz “mediante la adición de ecografía mamaria/tomosíntesis y, en algunos casos (mujeres de riesgo elevado), de la resonancia magnética mamaria”.
El doctor José Antonio López Ruiz ha concluido señalando que “hasta que los avances en proteómica puedan modificar la actual situación a medio y largo plazo, puede decirse que la radiología es el mejor método de detección precoz del cáncer de mama. Si bien el test fundamental sigue siendo la mamografía, deben considerarse métodos adicionales en casos concretos, de modo que, muy probablemente, la mejor estrategia sería una detección precoz personalizada, informando a las mujeres de las ventajas e inconvenientes de las diversas alternativas”.