En los próximos meses es previsible que la epidemia de gripe estacional se solape con la pandemia de COVID-19 en la que estamos inmersos y aunque no podemos predecir con precisión cómo va a evolucionar cada una de ellas, hay circunstancias que preocupan. Ambas infecciones pueden presentar una sintomatología parecida con dificultades de diagnóstico diferencial y los grupos de riesgo descritos en ambas infecciones coinciden. Las infecciones simultáneas con ambos virus son posibles y aún se desconoce la trascendencia de las mismas. Si la pandemia de COVID-19 está suponiendo ya estrés para el sistema sanitario, la epidemia estacional de gripe constituye también cada temporada, un factor de sobrecarga tanto a nivel de asistencia primaria como hospitalaria. La sobrecarga excesiva del sistema puede llegar a suponer por sí misma un factor para el incremento de la mortalidad.
Aún no disponemos de ninguna vacuna para la COVID-19 pero si disponemos de vacunas seguras y moderadamente eficaces contra la gripe que pueden contribuir a dos objetivos fundamentales: proteger a las personas más vulnerables y proteger el sistema sanitario.
En Euskadi la campaña ha comenzado ya para las personas que viven en residencias y los trabajadores de las mismas y el próximo día 13 comenzará para los demás grupos de riesgo: personas a partir de 65 años de edad; cualquier persona a partir de los 6 meses de edad, cuya situación clínica le suponga un mayor riesgo de complicaciones de la gripe, entre ellas las embarazadas; prematuros hasta los 24 meses; personas que pueden transmitir la gripe a otras con riesgo elevado de complicaciones, como por ejemplo el personal que trabaja en centros sanitarios y sociosanitarios y, por último, otros grupos, como bomberos, fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, personas con exposición laboral directa a aves domésticas o a cerdos en granjas o explotaciones avícolas o porcinas y también a aves silvestres etc.
Este año Osakidetza ha realizado una compra de vacunas frente a la gripe superior a años anteriores, ya que el objetivo es aumentar el porcentaje de personas vacunadas en los grupos habituales e incluso hacer llegar la vacuna al resto de la población que lo desee. Así, Osakidetza ha anunciado que a partir del 31 de octubre, una vez que los grupos de riesgo se hayan vacunado, cualquier ciudadano que quiera vacunarse podrá solicitar cita para vacunarse frente a la gripe llamando a su centro de salud. Así pues, aunque no tengamos todavía 65 años ni pertenezcamos a ningún grupo de riesgo, protejámonos y contribuyamos a proteger a los demás: ¡Vacunémonos frente a la gripe!
Lucila Madariaga
Presidenta de sección de Vacunas
Academia de Ciencias Médicas de Bilbao